Entrevista a Miguel de Cervantes

Buenas tardes, mi nombre es María José. Hoy tengo el gusto de entrevistar a un gran soldado, novelista, poeta y dramaturgo español en un sitio magnífico. Ahí parece que llega el que va a ser entrevistado, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva. Algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies. Me encuentro en la plaza de España de Sevilla un gran espacio abierto monumental rodeado por un edificio semicircular de estilo regionalista. El entrevistado de hoy es Miguel de Cervantes Saavedra; uno de los mejores escritores. Haremos una breve entrevista sobre su vida. Será fantástico poder hablar con este autor. Esperamos que sea de su agrado y que puedan aclarar algunas dudas.

Entrevistador (E): Buenas tardes, Don Miguel de Cervantes. Nos gustaría hacerles unas preguntas para nuestra página web.

Cervantes(C): Buenas tardes, me parece una buena idea.

E: Nos alegramos mucho de tenerle aquí. Comencemos, ¿qué opina sobre su vida respecto a la escritura?

C: Me gusta escribir, es uno de mis pasatiempos favoritos, así que todo lo que este relacionado con ello me fascina.

E: ¿Crees que gracias a tu novela "Don Quijote de la mancha" se te ha considerado como la máxima figura de la literatura española?

C: En cierta forma sí, porque es una de las novelas que más me ha gustado hacer y siento que me reflejo mucho en ella, la historia es muy atractiva y capta la atención de cualquier espectador. Cada una de mis novelas tiene una cierta característica que la hace especial a las demás; pero en particular esta novela ha tenido una mejor respuesta que las demás y ha sabido destacar de todas las obras españolas que existen.

E: Apartando los temas de lectura ¿Cómo fue su alistamiento en la Armada Española?

C: Con apenas 20 años recorrí Italia y en el año 1.571 me enrolé en la Armada Española. Participé en la famosa "Batalla de Lepanto".

E: De aquella batalla salió usted herido. ¿Cómo sucedió?

C: Aquél día me encontraba enfermo, con calenturas. A pesar de que mi capitán y mis compañeros no querían que participara de la batalla, me armé de coraje y subí a cubierta para luchar por Dios y por mi rey. Al final, resulté herido a consecuencia de un disparo de arcabuz, recibido en el pecho y en el brazo izquierdo. Perdí gran movilidad de este miembro.

E: ¿Entonces lo de su mano…?

C: Mi mano izquierda no fue cortada, sino que se anquilosó al perder movimiento, un trozo de plomo se quedó alojado.

E: Aquella época como le fue ¿siguió su carrera militar?

C: No, la dejé, por aquél entonces fueron tiempos muy duros. Estaba en la ruina y me dediqué a escribir. En 1.585 publiqué la primera parte de “La Galatea”, aunque nunca hubo una segunda continuación. Se me ocurrió escribir para el teatro, también sin porvenir.

E: En 1.587 fue nombrado Comisario Real de Abastos, o sea Recaudador de Especies para la Armada Invencible, y le fue mal, empezando con la Iglesia.

C: Sí, recuerdo aquello, fue en Écija. Según le parecía a esta institución eran excesivas las recaudaciones, me denunció y ex comulgó. Fui encarcelado en Castro del Río.

E: Más tarde, otro nombramiento también le supuso problemas más graves ¿no es así?

C: Fui recaudador de Impuestos. El banquero al que depositaba el dinero quebró y me acusaron de nuevo. Entonces me encarcelaron en la Cárcel Real de Sevilla, dónde estuve seis meses.

E: ¿Qué nos puede contar sobre su familia?

C: Soy el hijo de un cirujano, Rodrigo de Cervantes, y de Leonor de Cortinas.

E: Se casó usted con una distinguida dama, mucho más joven ¿Tuvo hijos?

C: Sí, me casé con 37 años en Esquivias (Toledo) con mi amada Catalina de Salazar y Palacios; entonces ella tenía 19 años. Con mi esposa no tuve descendencia, pero sí una hija natural, fruto de una infidelidad, allá por el año 1.584.

E:¿Se puede conocer quién era esa dama?

C: Sí. Se llamaba Ana Franca de Rojas, madre de Isabel de Saavedra, mi hija.

E: Bueno y esto ha sido todo, pronto vuelve por aquí, que estaremos encantados de escucharte. Bueno muchas gracias por dedicarnos unos instantes de su apreciado tiempo. Mucho gusto de haberle conocido.

C: El gusto es mío, gracias a ustedes.